Tras casi dos décadas trabajando como arquitecto especializado en madera, he detectado una serie de inquietudes comunes a la mayoría de los clientes, así como multitud de miedos y «leyendas» que sólo pueden justificarse en el desconocimiento del material.
La madera, como material de construcción, es el más antiguo de cuantos se utilizan actualmente y su durabilidad no ha sido superada por ningún otro material hasta la fecha. A pesar de estas apreciaciones objetivas, la madera es el material de construcción que más desconfianza sigue generando, y no sólo entre los posibles usuarios, sino también entre los propios técnicos.
Es frecuente el rechazo de la arquitectura en madera o la catalogación de las construcciones realizadas con este material como «provisionales» o de «peor calidad», sin entrar a valorar sus verdaderas cualidades arquitectónicas, constructivas, espaciales, estructurales o de sostenibilidad, que deberían ser criterios de mayor peso a la hora de juzgar la calidad de los edificios. Uno de los propósitos de este blog es compartir mis experiencias como arquitecto especializado en madera, que me han llevado a ser un incondicional de tan noble material. Pretendo analizar seriamente y desde criterios técnicos y objetivos, la utilización de la madera en la arquitectura, especialmente con funciones estructurales.
En las últimas décadas, se ha avanzado enormemente en la investigación sobre los derivados de la madera (madera encolada, microlaminada, CLT, etc.) y la industria ofrece cada vez más materiales al servicio de la arquitectura. También las normativas y los programas informáticos siguen evolucionando en la dirección de fomentar el uso de la madera y facilitarnos su utilización y prescripción a los técnicos. En menos de 20 años la evolución ha sido espectacular, aunque aún quedan mucho mitos por derribar. Como muestra de la durabilidad de la arquitectura en madera, ilustra esta entrada una imagen del «Templo de la Enseñanza de la Ley Floreciente» (Horyu Gakumonji), templo budista localizado en Ikaruga, prefectura de Nara, Japón. En su interior se encuentran las edificaciones en madera más antiguas del mundo, que datan del año 706. Más de 1.400 años de antigüedad!
Y aún hay quien desconfía de la madera…